Toda una vida.
Hace exactamente cuarenta años, llegó al Instituto Femenino Superior de Comercio, una persona proveniente de Chillán, había nacido en el norte desértico chileno, hacia la frontera, donde el desierto y la soledad forjaron su espíritu, en su primera infancia, por eso quizá su conducta silenciosa y observadora de su entorno.
Cuando tuve el honor de conocerlo, de inmediato sentí una acogida, siempre dispuesto a estar atento a quién necesitara de su ayuda, sin hacerlo notar, sin jactarse, siempre de manera discreta, como le gusta. Las alumnas hábiles observadoras de sus profesores notaron sus grandes cualidades, le dieron su aprecio y cariño hasta llegar a ser para ellas “papá corazón” y lógico uno de los maestros más queridos del INFESUCO.
Tenerlo de colega es un privilegio, de amigo una bendición, en los mementos de alegría estuvo ahí, como cuando para un aniversario jugo basquetbol disfrazado de mujer, o cuando bailó un vals con otra maravillosa persona que es la Mechita; pero también estuvo en los dolorosos momentos, yo sentí su cálido abrazo y su silenciosa pero solidaria presencia.
Hoy Raúl Escalona Irarrazabal, se acoge a un merecido descanso junto a su esposa Olga, sus hijos Carolina y Raúl y su nieto a quién “confunde con sus bromas”. Raúl te vamos a extrañar mucho, en los desayunos llenos de comentarios de foot-ball, en las bromas que siempre nos hacíamos, pero mucho más te extrañaran las alumnas por tu gran valer como maestro, por tu cariño; espero que no rechaces las invitaciones al aniversario 2010 o, a otras actividades de tu colegio, porque eres uno de los que marcaron la Especialidad de Ventas, gracias por haber sido nuestro compañero y amigo y nos estamos viendo… ¿si hay un partido, vendrías a jugar? Tienes un puesto seguro, un fuerte abrazo.
Tu amigo Rómulo.
Diciembre de 2009