Ella es una de nuestras tantas ex alumnas de gran éxito profesional, a las cuales siempre recordamos con gran cariño e inmenso orgullo, es un ejemplo real que se puede alcanzar todo lo que tú quieras lograr en la vida.
Testimonio
Una vez, hace bastante tiempo, uno de mis profes de Ventas, creo que fue Manuel Pinto, comenzó su clase con la siguiente historia: ¿Saben que le pasa a una pulga, si le ponemos un vidrio encima? Todas nosotras, niñas como ustedes, pusimos atención al relato que venía y efectivamente continuó: la pulga salta, choca y cae, vuelve a intentarlo y vuelve a caer, a la tercera vez que salta y le ocurre lo mismo, no vuelve a saltar nunca más, se arrastra por el resto de su vida……
Con el correr de los años, encontré muchos techos de vidrio que me impedían saltar, pero recordaba esta historia y avanzaba antes de saltar nuevamente, porque sabía que en algún momento ya no habría vidrio y podría brincar sobre él.
Con esta fábula quiero compartirles, la enseñanza más valiosa que me regalaron en este colegio. Lo fundamental que resulta pasar sobre la adversidad, que siempre encontraremos obstáculos en nuestra vida, pero que eso no es lo importante, sino que rescatar lo que aprendimos y buscar dentro de nosotras mismas, las herramientas que nos entregaron para enfrentar los momentos difíciles que nos toca vivir. Aprendí otras cosas, como técnicas de ventas, que no son más que técnicas para conocer a quienes tenemos al frente, saber cómo abordar a cada persona e intentar llegar a ellas a través de algún tema que los motive o sensibilice. Aprendí redacción, para explicar mis ideas y reflexionar antes de decir algo que pueda ofender o herir a otros. Aprendí publicidad y la relevancia que tiene en nuestra vida cotidiana, de cómo una buena idea, bien elaborada y expuesta, puede cambiar una percepción o una decisión. Pero lo más importante que aprendí de mis profesores, fue a escuchar, intentar comprender el mensaje que otro quiere entregarnos. ¿Les enseñan aún lo de emisor, mensaje y receptor?
Aprendí a ser empática o a ponerme en el lugar del otro, a respetar las diferencias, que es algo tan fundamental para relacionarse con tanta gente distinta con la que me topé en toda mi vida laboral y personal, pero por sobre todo, aprendí que se debe poner lo mejor de cada una en las tareas que se nos encomienden, que siempre se puede hacer un esfuerzo mejor y eso me ha dado grandes satisfacciones.
Tal vez alguna de ustedes piense, que logré buenos trabajos porque fui a la universidad, pero debo decirles que eso fue mucho después, con mis hijos grandes, con un camino recorrido y ganado y que mi paso por la universidad, fue sólo una meta más, de todas las que me propuse y demostrarme a mí misma, que todo es posible de cumplir cuando uno se lo propone, que tal vez demoren, pero lo lograrán si tienen claras sus metas y no abandonan sus sueños.
Finalmente, aprendí el valor de reconocer las virtudes y el trabajo de los demás, a felicitar a quien realiza de buena manera algo que se le encomendó y que favoreció el resultado de todo el equipo. Eso lo aprendí de los grandes maestros que acompañaron mi camino en esta etapa adolescente, especialmente de tres grandes maestros: Rómulo Urrutia, mi profe jefe, a quien admiraba profundamente por sus conocimientos, su cultura y sus ganas de vernos volar. De Manuel Pinto, que con sus ojos azules y severos, me inspiraba a estudiar y entregar trabajos ordenados y sin faltas de ortografía que alababa en frente de todo mi curso y por supuesto, de Raúl Escalona que con su gracia, calidez y amabilidad intentaba traspasar una cantidad de conocimientos que yo sabía debía aprovechar. Tal vez, ya no todos estén dando sus clases que tanto enriquecieron mi vida escolar, pero son tres nombres que me acompañaron siempre y en los que me refugiaba cuando el camino se ponía pedregoso.
Sólo me resta decirles, que aprovechen todo el cariño y dedicación de sus profesores, que el esfuerzo de ellos se refleje en sus trabajos y en sus vidas y verán que al final del camino, ustedes saltarán por sobre todos los techos de vidrio que intenten poner por sobre sus cabezas.
Verónica Jamasmie
CURRICULUM VITAE
VERONICA JAMASMIE ZEBALLOS
EXPERIENCIA PROFESIONAL
2012
Clínica Los Coihues
Encargada de Difusión y Comunicaciones. Gestión de prensa, Relaciones Públicas, charlas motivacionales.
2009-2012
Agencia de Comunicaciones MCD. Gestión de prensa, mantención de cuentas de clientes: Clínica Mayo, EE.UU., Clínica Los Coihues, Chile. Charlas motivacionales sobre discapacidad y reinserción social, asesorías y coordinación de equipos profesionales para investigaciones sociales.
2004- 2009
Universidad de Arte y Ciencias Sociales, ARCIS. Productora General de Comunicaciones y Extensión. Vicerrectoría de Extensión, Comunicaciones y Publicaciones.
1999 -2003
Universidad de Arte y Ciencias Sociales, ARCIS. Analista de Recursos Humanos. Dirección de Recursos Humanos.
1997- 1998
Encargada Unidad de Personal. Instituto Forestal, CORFO.
1992-1997
Analista de Recursos Humanos, Fundación INTEGRA.
1987-1992
Instituto de Formación y Capacitación para Trabajadores, INFOCAP Programa de Desarrollo de la Mujer. Capacitación de mujeres pobladoras y trabajadores de escasos recursos
ENSEÑANZA MEDIA
1975 – 1978 : Instituto Femenino Superior de Comercio. Título: Ventas y
Publicidad.
ENSEÑANZA SUPERIOR
2011 : Titulo de Socióloga, con trabajo de tesis: Fútbol, jóvenes
movilidad social en Chile, aprobada con distinción máxima
2009 : Licenciada en Sociología. Universidad de Arte y Ciencias
Sociales -ARCIS.
2002-2004 : Periodismo y Comunicación Social. Universidad de Arte y
Ciencias Sociales -ARCIS.
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